sábado, 19 de septiembre de 2015

VACACIONES 2015. (ROMA-MALLORCA). 1º DÍA. OVIEDO – ROMA.



1º Día. Oviedo – Roma.

Día: 05-09-2015.

Comentario:
Llegaban las vacaciones anuales y con ellas el viaje largo de todos los años y en esta ocasión el destino o mejor dicho los destinos escogidos iban a ser la ciudad de Roma, ciudad a la que le tenía muchas ganas, para acabar finalmente pasando unos días de descanso en la isla de Mallorca, así que este es un poco el resumen de las vacaciones del 2015.

En esta ocasión nos íbamos a ir a ver a la agente de viajes de confianza (Marta de Viajes Halcón) para que nos preparara el viaje a la medida cuyo objetivo principal iba a ser la ciudad romana y la verdad tal como salieron las vacaciones este año se puede decir que acertamos de pleno con tal decisión.

Así que a las 04h45 del Sábado 05/09 nos íbamos a levantar ya que a las 06h habíamos quedado con la gente que nos recogería y guardaría el coche durante toda nuestra estancia en tierras lejanas.

Tras facturar una maleta (llevaríamos otras dos como equipaje de mano) y tomar el habitual café aeroportuario de estas ocasiones, tomaríamos el avión de la Compañía Vueling con destino a Barcelona a las 07h30 (miedo me daba dicha compañía por las incidencias que había visto que tenía la misma durante los días anteriores en diferentes aeropuertos), teniendo que enlazar en la ciudad condal con el avión de la misma compañía y que nos llevaría finalmente a Roma (ningún problema con dicho enlace a no ser que nos iba a salir con algo menos de una hora de retraso).

El menda.


Con esa hora de retraso llegamos a uno de los dos aeropuertos romanos, concretamente al de Fiumicino, situado a unos 30 km de la capital, donde nos estarían esperando para recogernos y llevarnos en un coche privado (Audi de alta gama) hasta el hotel escogido por la agencia de viajes (teníamos algunos temores de si estarían esperándonos ya que el margen de espera era de un par de horas y tuvimos también bastante retraso a la hora de pillar la maleta en la cinta de recogida de equipajes, temores que se disiparon al ver mi nombre en uno de los carteles de las personas que estaban esperando para recoger a los diferentes pasajeros que habíamos llegado a Roma ese día).

La primera impresión que tuve en mi trayecto hacia la capital italiana fue que el tráfico era un poco caótico, ayudando mucho a esto el conductor ya que por momentos nos llevaría a velocidades de 150-160 km/h por la autopista que une Roma con el aeropuerto del día.

Tras callejear con el coche por algunas estrechas callejuelas, el conductor nos dejaría finalmente en el hotel escogido para nuestra pernocta en Roma, “El Hotel La Griffe Luxury” de 5 estrellas y situado en la Via Nazionale, una de las calles importantes de esta ciudad y la verdad tal como vería muy pronto, bien situado a la hora de hacer turismo por Roma.

Un par de enlaces de dicho hotel con fotos del mismo.




Tras descansar un rato en la habitación ya nos dispusimos a dar una vuelta por la ciudad y ¡vaya vuelta! que acabaríamos dando al final.

El hotel estaba relativamente cerca caminando (a unos 15 min) de la famosa Fontana de Trevi, así que con ese rumbo tomaríamos diferentes calles hasta llegar en un primer momento hasta la Plaza del Quirinale, situada en la más alta de las siete colinas de Roma, encontrándose flanqueada por tres de sus lados por importantes edificios como pude observar.

Foto de esta plaza del Quirinale.


Uno de los elementos más llamativos de la plaza es el obelisco que se encuentra situado junto a un par de estatuas.


En esta plaza se encuentra el Palacio del Quirinal, una de las tres residencias oficiales del Presidente de la República Italiana y uno de los símbolos del estado italiano.

La misma tiene más de 1.200 habitaciones y una superficie de 110.500 m cuadrados, siendo el sexto edificio más grande del mundo en términos de superficie y la mayor residencia de un Jefe de Estado en el mundo (la Casa Blanca es 20 veces más pequeña), funcionando desde 1947 como residencia del Presidente de la República.

Todos los días en este lugar tiene lugar la ceremonia de cambio de guardia, ceremonia con la que coincidiría algún día de los que estuve en Roma.


Con el mapa de la ciudad como guía continuamos caminando en dirección a uno de los monumentos imprescindibles de la ciudad, la Fontana de Trevi, la cual se encontraba en obras de restauración en esos momentos.

Un par de fotos de dicho monumento y en la cual era impresionante el gentío para ver el mismo.




La fontana de Trevi es la mayor y más famosa de las fuentes monumentales del Barroco de Roma, con cerca de 40 metros de frente, remontándose los orígenes de la fuente al año 19 a.C. época en que la Fontana constituía el final del acueducto Aqua Virgo.

La primera fuente fue construida durante el Renacimiento, bajo las órdenes del papa Nicolás V, siendo el aspecto final de la Fontana de Trevi del año 1762 y como curiosidad su nombre “Trevi” data de “Tre Vie” (tres vías), ya que la fuente era y es el punto de encuentro de tres calles.

La Fontana de Trevi es mundialmente conocida ya que todo el que acude a Roma tiene la costumbre de lanzar monedas a dicha fuente y con el mito en este sentido que menciono a continuación.

- Si se arroja una moneda, significa que uno volverá a Roma.

- Si son dos, significa que se encontrará el amor con una atractiva italiana o italiano.

- Si son tres, uno se casará con la persona que conoció.

Para que todo esto funcione es recomendable lanzar con la mano derecha sobre el hombro izquierdo y como dato recaudatorio decir que cada año se extrae aproximadamente un millón de euros de la fuente, así que con este último dato uno se puede dar cuenta de las monedas que se lanza al aire al año en este lugar de Roma.

En cuanto al plano personal y reconociendo mi total desconocimiento ante el mito anteriormente señalado, digo y puedo decir que el menda solamente arrojó a la fuente o mejor dicho al lugar destinado para arrojar monedas este año (debido a las obras) una moneda.


La visita continuaba entre la multitud de gente agolpada en la plaza y en sus calles adyacentes y tranquilamente caminando íbamos a llegar a otra plaza de la ciudad, “la Plaza Colonna”.

Foto de dicha plaza a la vuelta.


Dicha plaza data de finales del siglo XVI y recibe su nombre de la marmórea columna de Marco Aurelio que en ella se encuentra desde el año 193 y la cual está coronada por la estatua de bronce de S. Pablo que fue colocada en el 1589 por orden del papa Sixto V ya que la dicha plaza fue construida en tiempo de dicho papa.

En esta plaza se encuentra un palacio, el cual es sede del gobierno italiano (ahora me explico porque el último día vimos tanta policía y prensa en dicho lugar).

Pues seguimos caminando y rápidamente dimos con otra plaza, la Plaza de Montecitorio con su característico obelisco y el palacio del mismo nombre, el cual alberga la cámara de diputados del parlamento italiano.

Un par de imágenes del obelisco con el Palacio de Montecitorio.




Dicho obelisco egipcio de granito rojo fue traído a Roma por el emperador romano Augusto en el año 10 a.C. y el mismo tiene una altura de casi 34 m (con la base y el globo incluídos).


Continuamos entonces con el callejeo, un poco sin rumbo determinado hasta que dimos con una calle, la calle Condotti abarrotada de gente (y de tiendas “baratas” de todo tipo, con bolsos por ejplo de miles de euros y joyas y relojes de varias decenas de miles de euros cada uno).


Como no llevaba calderilla en los bolsillos, obvié la entrada a dichas tiendas, aunque sí que es verdad que tuve que aminorar el paso para que la mujer observara con asombro los escaparates de las mismas, dando entonces con una de las plazas más famosas de la ciudad, la Plaza de España.

Plaza de España con todos los turistas aglomerados en la misma y en la escalinata de 135 peldaños.




La Plaza de España toma su nombre del Palacio de España, sede de la embajada española ante la Santa Sede y ante la Orden de Malta y en dicha plaza destaca sobre todo la escalinata que sube hasta la Iglesia de Trinita dei Monti y la barroca Fontana della Barcaccia.

Fuimos subiendo los peldaños hasta la entrada de la iglesia anteriormente mencionada y con vistas hacia las cotas inferiores de la plaza con toda la masa de gente deambulando por la misma.




Desde esta zona de la iglesia fuimos caminando y al estar situados en zona alta pudimos apreciar buenas vistas de Roma y con algunas de sus cúpulas destacando entre sus edificios, como por ejplo la cúpula de Basílica de S. Pedro de El Vaticano situada a lo lejos.


Otra vista de Roma desde esta parte de la ciudad.


Restaurante que parecía ser de lujo que nos encontramos en esta parte alta de Roma.


Llegamos entonces hasta un mirador donde la gente se agolpaba para ver una de las plazas más importantes de Roma, la Piazza del Popolo.


Y si digo que se agolpaban, es que se agolpaban…


El mirador conectaba con la plaza a través de un sendero que discurría por una especie de parque y luego por una escalinata, así que eso fue lo que hicimos descender hasta la plaza.

A punto de llegar a la plaza.


Nada más llegar a la plaza, nos íbamos a encontrar a la drcha con la Basílica de Sta María del Pópolo.


En cuanto a la plaza, decir que la misma es de estilo neoclásico y fue construida entre 1811 y 1822, situándose en el centro de la plaza un obelisco egipcio dedicado a Ramsés II.

En la misma plaza se sitúan las iglesias gemelas de Sta María dei Miracoli (1681) y la iglesia de Santa María in Montesanto (1679).

Foto de ambas iglesias.


Santa María dei Miracoli.


Santa María in Montesanto.


Tras la visita a esta conocida plaza romana, proseguimos con el paseo, en este caso para ir en busca de otra de las famosas plazas de Roma, la archiconocida Piazza Navona.

La intención en dicha plaza era para cenar algo en alguno de los abundantes establecimientos hosteleros situados en dicha plaza.

Tras dar una vuelta por la zona intentando localizar un restaurante (tras localizarlo desistimos de cenar ya que más bien parecía un antro más que un restaurante), regresamos a la plaza para finalmente cenar en uno que parecía tener buena pinta y que tenía el nombre de Bernini Ristorante.

Enlace de dicho restaurante.



Para cenar escogería en mi caso unos raviolis que estaban más que buenos y Noelia se decantaría por unos espaguetis con frutos del mar que al parecer estaban también muy ricos.




Detrás y para compartir pedimos una pizza de cuatro quesos que también nos supo a gloria.


Al final nos cobrarían con la bebida incluida (agua en el día de hoy) unos 55 euros, precio que nos pareció barato para la calidad de la comida.


Como ya estábamos cansados y ya era de noche, decidimos entonces regresar poco a poco caminando hacia el hotel, llegando al mismo tras otra media hora de caminata, parando previamente a ver a algunos monumentos que se encontraban iluminados en la noche romana, como el monumento a Vitorio Emanuelle II.


El Foro Traiano.


Y la Columna de Trajano con la Iglesia de Santa María di Loreto detrás.


Como digo, llegamos al hotel tras una buena caminata en la primera tarde que habíamos pasado en Roma y con varios/as monumentos y plazas quitadas de la libreta de las que queríamos visitar.

Poco más que contar en este día, a dormir tocaba y eso fue lo que hice nada más tirarme en la cómoda cama en la que pernoctaríamos en Roma durante la estancia en dicha ciudad.


¡A dormir…!.

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