lunes, 27 de julio de 2015

PICO EL FONTUN POR LA ARISTA OESTE Y SUBIDA FINAL POR LA CARA NORTE.



Día: 25-07-2015.

Lugar: Villamanín (León).

Desnivel: 850 m.

Duración total: 05h 15 (Ascenso 3h 45 y Descenso 01h 30).

Comentario:
En este día iba a cambiar radicalmente la zona elegida para patear ya que me encontraba bastante desganado y era por ello que de salir me apetecía no tirar con el coche muy lejos, así que pensando en una ruta que no me supusiera un gran kilometraje y en la que pudiera hacer alguna cosilla nueva se me ocurrió acercarme hasta la zona de Villamanín en León con la intención de subir el pico que corona la zona, el Fontún (1.951 m), pero realizando alguna variación en el itinerario ya que siempre me había preguntado las vistas que tendría del mismo desde la zona de “la arista” Oeste de dicho pico.

Me dirigí entonces hacia dicha zona, pero antes de empezar a caminar iba a parar, ¡cómo no!, en el Ezequiel a tomar algo como suele ser habitual siempre que me dejo caer por la zona.

Acto seguido ya me dirigía al pueblo situado a escasos mil metros de Villamanín llamado Fontún de la Tercia, lugar de inicio de la subida al pico del día, dejando el coche unos 150 m antes de dicho pueblo, en un aparcamiento situado a la drcha de la carretera en el sentido de la marcha.

Buen día soleado se presentaba aunque sí que es verdad que las temperaturas se dejaban notar algo ya que habían bajado respecto de días anteriores, así que con este panorama climatológico fui hacia el pueblo en busca del comienzo de la ruta (señalizada).

En busca del comienzo de la ruta.


La ruta era muy conocida ya que dicho pico lo he subido unas cuantas veces, así que la primera parte no me iba a deparar sorpresas ya que conocía el terreno perfectamente.

Desde la pista viendo el pico y trazando en la mente las intenciones que tenía para este día en esta zona.


Guapa foto del pico con la cuadra ganadera a los pies del mismo.


Iba a caminar por la pista sobre 10 – 15 minutos y tras dejar atrás el desvío hacia dicha cuadra y cruzar un cierre en la misma pista, iba abandonarla para salir a terreno de pradería e ir directo en busca de toda la zona base del pico.

En vez de tirar por la subida clásica a este pico del Fontún (1.951 m) lo que iba hacer era ir a conocer la zona de la arista que tantas veces había visto en mis anteriores ascensos y ver hasta que altura podía llegar subiendo por dicha arista y luego decidir si finalizaba el ascenso por la ruta normal o subía el pico por la cara Norte o por la cara Este, subida que nunca había realizado por dichas caras.
¡Ya decidiría sobre la marcha…!.

Me encontré con esta gran mole rocosa que recibe el nombre de Pico Gallo en la que se oían voces en sus paredes que enseguida iba a localizar y que correspondían a tres escaladores que supongo que estarían entrenando para proezas mayores.

Un par de imágenes de dicha pared.




Por detrás me iba quedando la subida clásica, itinerario que tenía todas las papeletas que emplearía para bajar si conseguía finalmente subir al pico, claro está (aunque también tenía otra posible vía de escape de este pico…).


La subida hasta la arista por esta parte me costó más de lo que había pensado ya que la misma tenía gran pendiente, pendiente que no me había parecido tanto viéndola desde la pista.

Tras algunas paradas cortas para recuperar y observar las mejores zonas para pisar, llegué a la zona alta y enseguida se me mostrarían las vistas hacia la subida habitual a la cumbre.


Villamanín (centro foto) y el pueblo de Fontún de la Tercia (inferior) ya quedaban unos cuantos metros por debajo del punto en donde había salido a la cresta.


La pared rocosa del Pico Gallo por la que estaban subiendo los escaladores presentaba por esta parte su cara más amable (por detrás y abajo ya quedaban la pista y la cuadra ganadera).


Hacia el pico guapas y diferentes vistas de las que me tiene acostumbrado.


La cresta consistía de diferentes salientes rocosos que fui superando en algunas ocasiones por la izda y en otras por la drcha de la misma.

Viendo una de la paredes de escalada del Pico Gallo desde el primer saliente rocoso que me encontré.


Y hacia el Oeste, la zona por la que tendría que ir transitando si quería acercarme al pico.


Fui ascendiendo cómodamente y pegado casi a una alambrada y disfrutando de las vistas que estaba descubriendo por haber decidido en este día ascender el pico por esta vía, supongo que nada habitual para los montañeros.


Vista hacia atrás.


Llegué a un punto donde me encontré con un buen saliente que me impedía continuar con normalidad, así que tenía dos opciones, superarlo por su drcha o por su izd.

Finalmente decidiría saltar la alambrada e intentar superarlo por la izd y sacando otra imagen de esta parte que estaba a punto de superar de la ruta.

Desviándome para transitar por la parte izda de la arista.


Fui intentando seguir más o menos la línea de la cresta en la medida que me fuera posible y elevándome por zona a través de algún rastro de lo que parecía ser un sendero.




Hacia mi izda y hacia atrás iba quedando la segunda vía de escape que hubiera podido utilizar en este día tras llegar a la cumbre, pero finalmente renuncié a utilizar dicha opción que me hubiera llevado por terreno muy cómodo a la carretera de la Collada de Cármenes.


En algún momento pude observar en algún hueco entre los montículos de roca una parte del terreno por el que había caminado momentos antes así como Villamanín al fondo.


Y hacia adelante el pico que me seguía esperando.


Me era imposible continuar alzado por la cresta, así que lo que hice fue descender a la drcha por terreno de gravilla y zona de llambrías para poder seguir avanzando.

Descendiendo y en busca de terreno más asequible.


Vista atrás de este tramo anterior.


Tocaba entonces seguir subiendo por terreno cómodo pero muy pendiente.


De nuevo vista atrás y viendo el guapo tramo que había superado.


El pico ya aparecía prácticamente por encima de este menda.


De nuevo vista atrás y como se ve, el terreno no me ofrecía muchos problemas, exceptuando los accidentes en el relieve a lo largo de la cresta.


Me desvié unos metros para ver a través de una especie de ventana el pico desde otra perspectiva y sacando este par de imágenes desde dicho punto.




Volví entonces al itinerario y en donde ya pude contemplar toda la zona de la arista por la que había transitado (con desvíos a la izd y drcha cuando me fueron necesarios de hacer).


Llegué a un punto en el que no continué directo hacia el pico ya que a simple vista, por este lado, el pico parecía más bien un fortín.

Desconozco de si seguir caminando hubiera podido alcanzar la cima por esta zona pero sí que es seguro que metros hubiera podido ir ganando por esta zona próxima que parecía ser inaccesible, así que ante la duda decidí tirar por un terreno que parecía ser mucho más asequible.

Me desvié entonces a la izda en travesía por zona de pradería para ir asomándome poco a poco a la parte norte del pico.

Vista atrás tras haber abandonado el itinerario directo de la arista.


Aproximándome al inicio de la “vía directa” de la cara norte y viendo la zona cumbrera del pico.




Los metros de travesía los iba a dar por finalizados al llegar a un punto en el que ya me desviaría del itinerario llano para afrontar ya la subida directa hacia las cotas más altas del pico y por un terreno de piedras, hierba y llambría en el que tuve que ir fijándome en todo momento donde pisaba y en algunos momentos sirviéndome también de las manos para avanzar.

Vista hacia atrás y hacia la zona de la cresta por la que había ido ascendiendo.


Mirando para arriba parecía ya que no me iba a quedar mucho.
No sabía al 100 x 100 si se podría subir por esa cara, pero desde abajo me parecía factible el intentar dicho ascenso.

Imagen de la última gran parte del ascenso.


El terreno herboso y de piedras lo superé bastante bien, parando alguna vez por el tema de la pendiente, pero otra cosa fue el terreno que se ve en mitad de la foto de “placas o llambrías” ya que me supuso ir con todos los sentidos y más si cabe ya que ya suponía el ir avanzando mediante trepadas, apoyándome en la poca base que el terreno herboso me iba ofreciendo y ayudándome también de las placas lisas de roca que tengo que reconocer tenían una cierta adherencia a mis botas.

Con alguna dificultad y parón para pensar en donde me apoyaría para ir ganando metros, pude finalmente superar dicha zona y salir a un terreno algo más asequible.

Tras haber superado los pasos más complicados del ascenso me iba a parar unos segundos a inmortalizar el terreno superado.


Pensaba que nada más superar este terreno anterior ya saldría directo a la cumbre, pero cual fue mi sorpresa cuando el ascenso por un “terreno de placas” similar al que me había encontrado en el “Urriellu” hacía algunos años, tenia que continuar, pero ahora las trepadas con las manos prácticamente se iban acabar para acabar finalmente progresando con tan solo el apoyo de los pies por un terreno con un desnivel sobresaliente para ir avanzando sin apoyarse de las manos.

Salí entonces a la cresta cimera del Fontún (1.951 m) cuando en realidad pensaba que me sacaría la ruta a escasos metros del buzón de cumbres, así que ahora tocaba andar por todo lo cimero en busca de la verdadera cumbre.

En este corto trayecto hasta la cima, que no llegaría a los 200 m, pude apreciar desde el punto que me sacó la ruta a la arista cumbrera, la zona del collado por la que luego bajaría (más abajo quedaba un tramo de la pista inicial que había tomado en el principio de la ruta).


Llegué a la cumbre del Fontún (1.951 m) a las 15h 25 y tras 3h 45 de subida (por el tiempo que hice ni que hubiera subido el Torrecerredo…).

Lo primero que pensé al ver el reloj del móvil fue que ¡vaya tiempazo de ascenso que había realizado!. 
Un poco más y cualquiera hubiera pensado que me había parado a echarme un pigazo ya que desde las 11h 40 que había empezado hasta las casi 15h 30 que eran, me había dado tiempo a hacer de todo.
Sí que es verdad que fui intentando descubrir algunos pasos por la zona y con el tema de las fotos tengo que reconocer que se me fue el tiempo.

Foto del menda con el buzón.


Tras estar unos diez minutos en la cumbre, reanudé la marcha con el objetivo de ir descendiendo por la vía normal de subida al pico, así que en un principio tocaba ir recorriendo la cresta en el sentido inverso de cómo lo había hecho hacía un cuarto de hora.

Vista la cresta con Villamanín unos centenares de metros más abajo.


Canal de bajada por la vía normal.


Una vez en la collada, imagen hacia atrás de esta canal de bajada.


Del resto de la ruta poco que contar ya que se trataba de ir descendiendo por sendero a través de un terreno fácil.

Varias imágenes del descenso por la ruta habitual de subida.











Finalmente llegaría al coche tras 01h 30 de descenso y muy satisfecho por la ruta que me había salido en un pico sobradamente conocido y para celebrarlo me iría a tomar un par de claras al “Ezequiel” y un café con hielo y bayles a “Casa Maragato”.


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