sábado, 2 de mayo de 2015

DIAS EN MADRID Y MAPOMA.


Fecha: 25 al 27 de Abril.

Lugar: Madrid.

Distancia: Maratón (42,195 km). Homologada.

Tiempo:            Oficial: 5h:18:03.

                          Real:     5h:07:51.

Precio: 70 Euros.

Comentario:
Por fin llegaba el último fin de semana del mes de Abril, fin de semana que significaría mi debut en una prueba de larga distancia como iba a ser la Maratón de Madrid o también llamada Rock and Roll Madrid Maratón 2015, pero como todas las historias esta historia también tiene un principio y un final que iré desgranando a través de diferentes partes en la que dividiré mi estancia en Madrid durante esos días.



1. La prueba.
¡Qué decir de la Maratón de Madrid!...Quizás la maratón más importante de España junto a la de Barcelona y ahora la cada vez más reconocida maratón de Valencia por el recorrido llano que tiene esta última.

Indagando un poco en la historia previa de esta maratón decir que la maratón objeto de este post nace en 1977 conocida con el nombre de MAPOMA (Maratón Popular de Madrid), entidad deportiva responsable de la creación, organización y celebración del Maratón de Madrid y que organizó la misma desde su primera edición el 21 de Mayo de 1978 hasta la edición del 2011.

En su primera edición participaron más de 7.500 corredores que para ser en el año 1978 y sin la fiebre del running que actualmente estamos viviendo me parece un número muy grande de corredores para aquellos años, de los cuales más de 3.000 personas fueron capaces de llegar a la meta situada en el Paseo de Coches del Retiro.

En esta edición de 1978 hubo categoría infantil, la cual la ganó un chico de 15 años (personalmente me parece increíble que permitieran dicha categoría en aquellos años).

En esta primera edición el ganador (Juan Manuel Sánchez) realizó un tiempo de 2h:24:49 y la ganadora (Matilde Gómez) un tiempo de 3:35:47.

En la Quinta edición se instauró la costumbre de premiar a todos los corredores que acabaran la prueba con la entrega de una medalla conmemorativa.

En 1982 los dorsales se adjudicaron por primera vez por ordenador según la marca del corredor inscrito y en la Meta se instaló un reloj digital.

En 1985, la organización dio como vencedores a dos atletas a la vez, Antonio Cánovas y Fernando Días, ya que entraron juntos después de que este último se detuviera a ayudar a su compañero.

Las duchas comenzaron a hacer acto de presencia a partir de 1985, así como la Comida de la Pasta.

La edición de 1990 fue de las más frías ya que la salida se dio con 4 grados y en la llegada se registraron 6 grados (unos grados menos que en la de este año del 2015).

El chip de control acoplado a la zapatilla se usó por primera vez en 1996.

En el 2001 se alcanza por primera vez la cifra de 10.000 inscritos.

En 2008, tras 6 años de reinado absoluto de keniatas se hace con la victoria el gran Chema Martínez (2h:12:42).

Hay que decir por otra parte que el recorrido por Madrid no es muy propicio para hacer grandes marcas, razón por la que los primeros figuras mundiales de la maratón han evitado normalmente la participación en la misma de esta ciudad.

En los primeros años de la década del 2010, la maratón pasó a denominarse Rock and Roll Maratón de Madrid ya que la misma se integra en el circuito de running más grande del mundo en la que participan 27 ciudades del norte de América junto a 6 ciudades de Europa, entre ellas claro está, Madrid.

La idea de este circuito era combinar el running con la música en vivo en las calles.

Pues después de esta pequeña parrafada con algunas anécdotas, llegamos a este año del 2015 y en la que reflejo un par de carteles de la edición del presente año.




Recorrido de la prueba de este año 2015 en un par de imágenes.






2. El por qué o lo que es lo mismo: Razones y Motivaciones para correr una maratón en mi caso.
No sabría muy bien (después de haberlo pensado mucho) decir el por qué me dio por apuntarme a esta maratón o mejor dicho el por qué participar en una maratón.

Supongo que quizás uno de los motivos habrá sido un poco llevado por la inercia después de un par de años metido en esto del running y en la uno se va motivando día a día con cotas mayores, por ejplo en la distancia, cuyo resultado final ha sido la maratón fruto de este viaje a Madrid.

Otra razón era para pasar un fin de semana fuera de casa y corriendo una prueba popular de larga distancia en una región que no fuera la mía.

En un principio mi debut iba a ser en La Coruña, pero por otra parte había leído en algún foro que como carrera de maratón para debutar en cuanto ambiente como Madrid no había ninguna y tras comentárselo a Raquel y a Luis esta segunda opción que se me había ocurrido, decidimos cambiar las tierras gallegas por las tierras del interior.

Aparte del ambiente, otra cosa que me atraía de la carrera era el perfil duro que tenía la misma y las opiniones generalizadas que había leído en internet y que me habían comentado en persona algún conocido que ya había participado en esta prueba.

Por otra parte, en el plano personal, aparecía la motivación que voy a señalar a continuación y era el acercarme junto a mi mujer a la carrera de este fin de semana en Madrid acompañados de Raquel y Luis, así que por decirlo así, el buen ambiente y las risas estaban garantizadas en el viaje.

Y por último…..La motivación más importante la prefiero reflejar en esta imagen.


Tras la defunción de mi padre en Diciembre del pasado año, se me ocurrió de forma “virtual” realizar una actividad acompañado de mi progenitor y así poder hacerle un pequeño homenaje a mi manera y qué mejor forma de debutar en la Maratón que con su nombre inscrito en mi dorsal y así poder sentirlo de alguna manera durante la carrera y durante los meses previos a esta carrera.

Impresión que tuve que realizar con el número de dorsal que me dieron para la carrera y con el nombre de mi padre inscrito en el mismo.



Si en la anterior foto puse al protagonista y motivador principal de la carrera de este día, ahora pongo a los protagonistas de la carrera, mi padre y el menda cuando era pequeñín, pequeñín…




3. Plan de preparación de 16 semanas.

Primeras ocho semanas…

Segunda mitad………….



4. La ida, Sábado 25-04-2015.
Tocaba madrugar este día, así que eso fue lo que hicimos, levantarnos a las 05h30 de la madrugada ya que teníamos previsto pasar a recoger con el coche a Raquel y Luís a eso de las 06h30 y poner así rumbo al aeropuerto donde tenía previsto salir el avión (08h30) que nos llevaría en una hora a Madrid.

Maletas listas para viajar.


En cuanto a las sensaciones señalar que me levanté ilusionado por el viaje (tenía bastantes ganas de cambiar de aires por un par de días) pero sin sentir ningún tipo de nervios por el hecho de debutar en una Maratón.

Pues lo dicho, tras prepararnos y recoger a la pareja, pusimos rumbo a Ranón y en cuestión de media hora ya estábamos entrando en la zona del parking ya que habíamos reservado plaza (20 euros en total para los tres días) para el coche para los días que iba a permanecer en el mismo a la espera de nuestra vuelta.

En este viaje de ida ocurrió una anécdota y fue que casi renuncio a pillar el desvío al aeropuerto (debido a estar enfrascado en las conversaciones y a la inercia del trayecto) y fue gracias a que me avisaron, que este menda tuvo que pegar un pequeño volantazo para pillar la salida a tiempo y así no seguir camino a tierras gallegas, por lo cual hubo un pequeño cachondeo a mi costa en ese momento.

Tras aparcar el coche y tomarnos un café, embarcamos sin novedad, salvo que a Noelia le obligaron a abrir la maleta.

En el aeropuerto.


El viaje se me hizo cortísimo ya que al poco de despegar ya estábamos aterrizando en Madrid y lo mejor de todo era que estábamos descansados (era lo bueno de evitar el trayecto de cuatro horas en coche).

Tras desembarcar nos dirigimos a pillar el metro que nos iba a dejar a cada pareja en los hoteles escogidos para la estancia en Madrid ya que teníamos la intención de pasar primero por los hoteles antes de ir a recoger los dorsales correspondientes, así que tocaba separarse por alguna hora para acercarnos hasta los hoteles.

El día se presentaba con sol y nubes aunque el pronóstico para la tarde y para el día siguiente era de lluvia, así que estábamos a la expectativa de ver lo que pasaba con el aspecto climatológico del viaje.

El hotel que en nuestro caso habíamos escogido era el “Hotel Catalonia Gran Vía”, hotel que habíamos elegido por su situación céntrica y cercana, dentro de lo que cabe, al inicio y final de la carrera.



Tras dejar las maletas en recepción ya que todavía no se podía subir a la habitación (eran cerca de las 11h cuando llegamos), fuimos a dar una vuelta y hacer algo de tiempo antes de irnos a la zona de la Casa de Campo para reunirnos con Raquel y Luis y recoger todos juntos los dorsales para la carrera.

En concreto, nos dirigimos hasta la Plaza de Callao donde paramos a tomar un café y a disfrutar de esos primeros momentos en Madrid.

Era inevitable hacer algunas fotos en dicha plaza aunque no hubiera llevado para este viaje la cámara buena, así también como asomarnos a una de las calles más transitadas de Europa, la calle Preciados y calle por la que bajaríamos corriendo al día siguiente.

En Callao.




Gente por Preciados.


Pues nos dirigimos entonces a pillar el metro para reunirnos un rato después en otra estación con Raquel y Luis y tras hacer un trasbordo todos juntos acabaríamos llegando al Recinto Ferial de la Casa de Campo, en concreto a la zona del Pabellón de Cristal, lugar donde entregaban los dorsales para la carrera y donde estaba situada la Feria del corredor.

Tras subir un primer repecho ya no nos gustó mucho lo que vimos ya que eran cerca de las 13h y aparecía ante nosotros una buena cola de gente esperando a entrar para pillar el dorsal.

Fuimos los cuatro caminando y caminando para ver el final de la cola y el final que no aparecía.
Incluso preguntamos a un señor por dicho final y nos dijo que lo mejor que hacíamos era ir por el sentido contrario que llevábamos ya que seguramente llegaríamos primero.

Hicimos caso omiso a las recomendaciones del señor y seguimos caminando en el sentido que llevábamos.

Gente y más gente aparecía y el final de la cola que no asomaba por ninguna parte.

¡Cagunross!...¿Cuanto tiempo íbamos a tener que estar en la cola para entrar al pabellón de Cristal y recoger los dorsales?...

La cosa no pintaba bien, así que cuando dimos con el extremo de la cola, rápidamente nos situamos en la misma esperando que se moviera lo más rápido posible ya que habíamos dado una buena vuelta a la manzana, aunque el grado de indignación se respiraba en el ambiente.

Encima, nos acompañaba Noelia que había decidido acompañarnos y no le iba nada en la historia por lo que se estaba perdiendo por estar con nosotros unas buenas horas de paseo por las calles céntricas de Madrid.

Al poco de ponernos en la cola, foto de los tres.

Algunas fotos más...




Mucha cara de cachondeo, pero la verdad no nos hizo mucha gracia el rodeo que teníamos que hacer.

Por lo menos la cola se iba moviendo más o menos rápido, así que hablando y viendo el ambiente de la misma, en mi caso no se me hizo pesado el tiempo de espera en la misma.

Un par de imágenes de la gente respetando cívicamente el orden de la cola.




¡Se nota que había mucho extranjero ya que de ser españolitos todos los que estábamos seguro que más de un jaleo hubiera habido!.

Enfocando los últimos 300-400 m de cola.


La verdad no entiendo que la organización de esta maratón pusiera tan solo un par de días para que pilláramos los dorsales las 30.000 personas que estábamos apuntadas a cualquiera de las tres carreras que se iban a celebrar el Domingo (10 Km,  Media Maratón y Maratón).
Se nota que estábamos en España porque seguro que esto no pasa en otras ciudades y creo que todos los que estábamos allí eran de mi misma opinión.
Incluso Noe estaba altamente indignada y la muestra de esto que digo fue que cuando estábamos a punto de terminar de estar en la cola va y nos suelta a los tres que lo que estaba pasando era denunciable.

Cual sería mi sorpresa que cuando nos dejaron entrar y subimos a la primera planta del Pabellón de Cristal, resulta que estaba medio vacío y sino, estas fotos de muestra de su interior.




Incomprensible, por lo menos para mí, pero ya había leído algunas críticas negativas de la organización y en este aspecto fueron bastante acertadas.

Pillé sin problemas, la bolsa del corredor, el dorsal con el nombre de mi padre (10790) así como la guapa camiseta conmemorativa de la carrera.

Bolsa del corredor.


Dorsal 10790.


Camiseta de la prueba.


El menda con dicho dorsal.




Acto seguido dimos una pequeña vuelta por la feria del corredor, feria que me sorprendió por la gran cantidad de stand que había y en la que compré una taza de desayuno de recuerdo.


Como los otros tres estaban cansados decidimos ir regresando en metro para los hoteles aunque yo me hubiera quedado más tiempo ya que no me dio tiempo de ver la feria en su totalidad.

Acabaríamos llegando al hotel sobre las 17h, así que el resto de la tarde estuvimos descansando en la habitación antes de salir a cenar.

Foto de la Gran Vía desde el balcón de la habitación.


Sobre las 19h saldría del hotel camino de una pequeña tienda del Carrefour para comprar algunas cosas para desayunar al día siguiente en la habitación ya que cuando habíamos estuvimos con la chica de recepción resulta que ésta nos había dicho que el desayuno empezaba a las 07h30, horario bastante tardío para mí.

A las 20h salimos del hotel camino de la zona de la Cava Baja ya que habíamos reservado en “La Tiaglatella”, un restaurante italiano en el que nos vendría muy bien cenar y cargarnos de hidratos de cara a la carrera del día siguiente.

Aunque antes de cenar íbamos a pasar por “La Txacolina” donde sacamos algunas fotos.








A punto de cenar...


Tras la cena, cada uno ya nos dirigimos a los hoteles respectivos a descansar para el día siguiente, así que de este primer día en Madrid poco más que contar.



5. Día de la carrera, Domingo 26-04-2015.
Dormí bastante bien esta noche ya que tengo que reconocer que al no tener grandes expectativas de tiempos a conseguir supongo que me haría estar bastante tranquilo por estar prácticamente seguro que la terminaría sin problemas graves a nivel físico.

Me levanté a las 06h o lo que es lo mismo unas 3h antes del comienzo de la prueba y nada más levantarme ya pude comprobar que los pronósticos del tiempo no se habían equivocado para este día y estaba lloviendo.

Lo que sí que tuve fueron dudas sobre el vestuario a poner para la carrera ya que tenía varias opciones en mente pero al final me decidiría por poner pantalón corto y camiseta de manga corta.

Hice, a su vez, la bolsa que dejaría alguna hora después en el guardarropa, bolsa que nadie se imagina lo que me alegró verla y poder abrazarla tras finalizar la maratón.

Bolsa que dejaría en el guardarropa.


Desayuné en el baño para no molestar a la señora y dicho desayuno consistió en bebida isotónica, un plátano, algunas galletas y algo de mermelada sobre tostadas.

Aparte de todo esto que he dicho, iba a salir a la calle protegido por una bolsa grande de basura que me había dejado una compañera del curro en vez de ir protegido por el chubasquero ya que lo había metido en la bolsa para cuando acabara la carrera y aunque en esos momentos no llovía mucho, la verdad sí que me ofrecía una buena protección ante la lluvia.

Lo malo era que me quedaba algo largo, problema que solucionaría después rompiéndolo por abajo hasta que me quedó estilo “minifalda”.

Pues lo dicho, tocaba salir a la calle (07h10) y poca gente había en esos momentos en la misma.

Descendí por la Gran Vía hasta dar con la C/Alcalá, Plaza de la Cibeles, Puerta de Alcalá y aquí iba a entrar en el Parque del Retiro que era donde estaba instalada la llegada y todos los servicios que ofrecía la organización de la prueba como era el destino de este primer viaje matinal, "El Guardarropa".


A medida que me iba acercando a la zona de meta ya se notaba afluencia de corredores para dejar las bolsas en el guardarropa.

Buen tinglado tenían montado en meta, incluso con la televisión ya que la carrera la iban a retransmitir por Teledeporte.

Unos centenares de metros después se encontraba la zona del guardarropa donde tras esperar unos minutos a ver si veía aparecer a Raquel y Luis, decidí dejar la bolsa con la ropa seca que pondría al finalizar el debut de este día.

Tranquilamente fui caminando por el Retiro (con paradita previa) y por la C/ Felipe IV, acompañado de una buena marabunta de corredores a la zona del Paseo del Prado, lugar de donde salía la carrera.

Al realizar la inscripción me habían pedido un tiempo de referencia y como había puesto 04h30, tiempo en el que tenía previsto acabar la maratón, me asignaron el cajón 5, cajón al que me dirigí y donde ya había bastante gente merodeando por el mismo.

Llegué a dicha zona sobre 25 minutos antes del comienzo y ya pude observar que dicho cajón estaba muy alejado de la zona de la Pl de la Cibeles, así que antes que pasara por la pancarta de salida creo que iba a tener que caminar unos 500 m por lo menos.

Se me hizo corto el tiempo de espera ya que en el ambiente sonaba música y junto con el animador de la prueba hacía que no me impacientara por empezar.

Mirando el pulsómetro en esos momentos, el mismo marcaba unas 78 pulsaciones en el par de ocasiones que lo miré mientras cuando trotaba marcaba unas 88.

Poco a poco empezamos todos a caminar en dirección a la salida y cuando crucé por dicho arco ya había pasado 10 min 12 sg desde que habían salido los favoritos al triunfo.

¡Ahora es cuando empezaba la carrera, así que solo quedaba decir: Preparados, listos y ….YA!.



6. La madre de todas las carreras, LA MARATÓN.


- km 0 a 5.        Parcial:         34:41      Ritmo: 6:57 / Km.
                         Total             34:41      Ritmo: 6:57 / Km.   
             
Pues tras poner el crono del pulsómetro, crucé la alfombra de la salida y empecé a correr entre los corredores sin demasiados problemas atravesando la Plaza de Cibeles y dando al Paseo de Recoletos.

Tengo que decir que todavía aguantaba con la bolsa de basura recortada momentos antes en el panel del cajón nº 5, aunque en esos momentos no llovía.

Este primer tramo de la carrera sabía que había que tomárselo con muchísima tranquilidad, debido sobre todo a que era en ascenso continuo durante 7 km nada más y nada menos.

Para ayudarme a no meterme más caña debido a la emoción de esos primeros km, contaba con la ayuda inestimable del pulsómetro, pulsómetro que me iba en todo momento a ayudar a controlar el tema del corazón durante la mayor parte de la carrera.

Se dejaban sentir esos primeros centenares de metros en las piernas por el sentido ascendente que tenían, pero como era lógico, no iba a tener problemas para ir poco a poco superando estos primeros km iniciales aunque tengo que decir que a un ritmo bastante lento.

En el paso por el km 1 marqué un tiempo de 06:49, más o menos como en las tiradas que había realizado en los meses previos.

Subía ahora por el Paseo de la Castellana y casi sin darme cuenta ya estaba pasando por el segundo km del día y marcando un tiempo de 13:25.

En estos momentos decidí tirar para un lado de la calle la bolsa que me había servido de protección para el agua ya que ni llovía, el plástico me estaba empezando a dar calor y observando el cielo me parecía que éste iba aguantar el resto de la jornada (a este menda creo que a adivino no le gana nadie como se verá luego…), así que me iba a quedar ya de atuendo deportivo de verano para el resto de la carrera.

En cuanto a las pulsaciones iba subiendo con unas 144. 
Me había marcado un rango cómodo entre 135 y 153, rango en el que intenté permanecer el mayor tiempo posible.

Iba bastante entretenido y disfrutando en medio de todos los corredores. 
Me sentía muy bien yendo a mi bola, sin presiones de tiempo y simplemente con ese objetivo que me había marcado de finalizar mi primera maratón.

Se agradecía en este primer tramo el ir corriendo por el Paseo de la Castellana dado el buen número de corredores que íbamos transitando por el mismo.

Tengo que decir que la carrera de 10 km había comenzado a las 08h30 y con un límite de participantes de 7.000 y a las 09h habíamos comenzado los de la maratón (15.000) junto a los de la media maratón (9.000), así que estaba claro que una parte importante de la prueba para que resultara fluida iba a ser el meternos por grandes avenidas de Madrid.

Pues yo seguía con mis zancadas, pensando en el  “poquito a poquito se hace el caminito” como me suelo decir yo cuando me pego larguísimas caminatas por el monte y controlando el tema pulsaciones, así que cuando me di cuenta ya estaba pasando al lado del Estadio Santiago Bernabeu situado en el km 4.

Iba cómodo (aunque con el ritmo con el que iba corriendo como para no ir así) y mientras tanto el asfalto no cedía en sus metros de ascenso y yo tampoco cedía en mis zancadas.

A partir de esta zona del estadio iba a entrar en un Madrid desconocido para mí, así que lo que hice mientras corría fue ir controlando los diferentes edificios que iban apareciendo a los márgenes del Paseo de la Castellana.

Iba camino ya del avituallamiento del km 5 y de momento los km me parecían pasar bastante deprisa para el ritmo que llevaba.

En el paso por este primer punto de control iba a marcar un tiempo neto de 34:41 a una media de 06:57 / km.

La media yo creo que había subido respecto a los dos primeros km por mis intentos en controlar las pulsaciones a niveles bajos ya que en cuanto me descuidaba se querían alzar por encima de 155 puls x min dado el tramo ascendente por el que iba transitando y encima había tenido que parar solidariamente como otros muchos corredores para aligerar peso.

El tiempo ni me preocupaba a diferencia de otras carreras y seguramente por esto que digo iba disfrutando más que en otras ocasiones.


- Km 5 a 10.     Parcial:         32:43      Ritmo: 6:33 / Km.
                        Total:       1h:07:24      Ritmo: 6:45 / Km.

Poco después del Km 5 pillé agua en el primer puesto de avituallamiento, el cual parecía que había sido arrasado en sus primeras mesas por los hunos de Atila.

Alguna decena de metros después de lo que parecía ser el lugar  principal de este primer punto de recogida de bebida seguía habiendo mesas y voluntarios ofreciéndonos agua a los corredores, así que lo dicho, pillé agua ya que aunque no tenía sed era importante que no me quedara sin recoger botellín en los múltiples avituallamientos que había en la carrera (más bien por el tema de la hidratación y esas cosas que se dicen…).

La carrera seguía subiendo por el Paseo de la Castellana y obligándonos a todos los corredores a pasar por las Torres Kio que parecían querer caerse sobre nosotros.

Después del km 5 me pareció que la pendiente bajaba ligeramente aunque seguíamos todos en ascenso y tengo que reconocer que aunque el terreno se dejaba notar ligeramente en las piernas me había hecho la idea en casa de que sería más duro de lo que era en realidad.

Supongo que estaba en los típicos kilómetros que aunque no se notan mucho en el desgaste a nivel físico por estar situados en el inicio de la carrera, en caso de pasarse con el ritmo en los mismos, al final de la carrera es cuando contribuyen muy mucho a dejar baldado a uno en carrera.

La verdad iba muy cómodo disfrutando de la carrera y conociendo esta parte de Madrid la cual supongo que debe ser de negocios dados algunos “rascacielos” que se veían a lo lejos así como las torres antes mencionadas.

Poco después del km 6 tocaba giro a la izda en las cercanías de la Torre Cepsa y resulta que …¡Otra vez notaba que tenía que parar!..

¡Qué incordio, resulta que todo lo que voy ganando en tiempo en este primer tramo del día (quería bajar de los 7 min / km en estos primeros km para luego ir recuperando el tiempo perdido), lo voy a perder por las dichosas paraditas de los…!, pensaba…

¡Así no hay manera, pero bueno, hay que parar pues a parar toca…! o ¡Mientras no llegue la parada larga, larga en el centro de Madrid me doy por contento…!, eran pensamientos que tenía en aquellos momentos mientras corría.

Así que nada más dar la vuelta a una rotonda y casi delante de un coche de la polícía local de Madrid me aparté unos metros a una pequeña zona verde y realicé mi parada técnica en compañía de algún otro corredor que parecía tener el mismo problema.

Reanudé la marcha de nuevo y mirando el reloj las pulsaciones habían bajado de lo lindo, por lo rápidamente empezaron a subir mientras incrementaba el ritmo hasta quedar en la zona de 145 puls x min, zona que iba intentando controlar en todo momento, unas veces mirando el reloj y otras por sensaciones.

Unas veces mirando el reloj, otras los edificios como si de un provinciano se tratara, otras veces observando a los corredores con los que iba coincidiendo en carrera iba muy entretenido mientras dejaba atrás (sin prisa pero sin pausa) los km 7º, 8º, 9º y aproximándome ya al punto del km 10, punto donde había un puesto de avituallamiento donde me iban a dar bebida isotónica y agua.

En dicho punto kilométrico, el 10º km, marcaría al final un tiempo de 01h:07:24, un tiempo muy por debajo de mi mejor marca situada en unos 50:50, así que esto da una idea de lo relajado que iba corriendo y sobre todo precavido para lo que me pudiera venir dos o tres horas después.


- Km 10 a 15.   Parcial:         33:15      Ritmo: 6:39 / Km.
                         Total:       01:40:39      Ritmo: 6:43 / Km.

En este punto como digo pillé bebida isotónica y agua y poco después nos torcía la carrera para pillar la Calle de Raimundo Fdez Villaverde.

Anteriormente habíamos estado corriendo por la larga Calle de Bravo Murillo ya que a la vuelta y al pasar de nuevo por la Plaza Castilla el itinerario había tomado esta calle que he mencionado de Bravo Murillo.

Pues…¿Qué pasó…?...
Respuesta fácil…Otra vez a parar, así que me eché a un lado y me acerqué a un pequeño parque que había en esta calle a realizar otra parada técnica y… ¡Ya iban tres paradas en cuestión de algo menos de 11 km!...¡Todo un récord…!.

Otra vez a reanudar la marcha y otra vez a intentar recuperar algo del tiempo perdido que calculo yo serían unos 30 sg por cada parada.

Pasado el km 13 se iba a producir una de las escenas guapas del día ya que la carrera nos separaba a los de la maratón de los que participaban en la media y estos últimos nos despedían aplaudiéndonos y deseándonos suerte para el largo trayecto que todavía nos quedaba.

Anteriormente a este km 13 ya había empezado a ver algunos corredores ponerse a caminar, cosa que no entiendo a no ser que tuvieran algún problema físico ya que cada vez estoy más convencido que la gente se mete a realizar carreras largas en algunos casos “muy alegremente” y sin estar lo mínimamente preparados que debieran estar.

En este parcial poco más que contar ya que seguía con las mismas sensaciones que el parcial anterior, no sintiendo síntomas de cansancio alguno así como tampoco molestias a nivel físico, así que parecía que la carrera se estaba desarrollando positivamente, así que “piano piano” ya me iba aproximando al km 15, en el cual tenía previsto tomar el gel de glucosa que llevaba en el pantalón más lo que me dieran para beber en el avituallamiento de dicho km.

Llegaría entonces al km 15 marcando un crono en carrera de 1h:40:39 cuando normalmente en algún entreno realizado semanas después había marcado 1h 32 aproximadamente.


- Km 15 al 20.   Parcial:        34:22      Ritmo: 6:52 / Km.
                         Total:        2h15:01     Ritmo: 6:46 / Km.

Tras pasar este km 15 iba a coger el gel del bolsillo y enseguida iba a ver a los voluntarios dando el agua y el Powerade, así que rápidamente pillé la bebida y tengo que reconocer que casi no daba abasto entre el gel y el agua en una mano y el vaso con Powerade en la otra.

Seguía corriendo por calles de perfil llano e incluso descendente aunque sí que es verdad que algún corto repecho había aparecido en el camino pero sin problemas para superarlo.

Poco después del km 15 iba a comenzar a llover y lo peor era que parecía que iba a más ya que el cielo estaba completando cubierto de nubes de agua preparadas para descargar o mejor dicho descargando en el centro de Madrid.

Durante los km 17 y 18 transitaría por la C/ S. Bernardo en busca de la Gran Vía que en corto ascenso me iba a subir a Callao.

Al llegar a Callao el tiempo lluvioso se había convertido en diluvio y mientras iba corriendo iba pensando…“¡Más épica para mi primera maratón!”.

Aunque la lluvia era molesta en mi caso por el tema de las gafas,  tampoco ésta me impedía avanzar con una cierta soltura dentro del ritmo lento que llevaba y en cuanto a las fuerzas parecían seguir más o menos intactas.

Después de Callao tocaba bajar por la C/Preciados donde había algo de público amontonado animando a los corredores que se hacía algo más numeroso al llegar a la Puerta del Sol.

Guapo y chulo el correr por la Puerta del Sol y el menda que seguía sin problemas.

La verdad me prestó dicho paso por dicha plaza y entonces, bajo la lluvia que seguía cayendo fuerte, di con la C/Mayor que primero en llano y luego en descenso que se dejaba notar para bien en las piernas, me iba a sacar a la zona de la Catedral de la Almudena y del Palacio Real, lugar donde estaba el panel del km 20 y en el que llevaría un tiempo de paso de 2h15:01.


- Km 20 al 25.  Parcial:         33:25      Ritmo:   6:41 / Km.
                         Total:      2h:48:26       Ritmo:   6:45 / Km.

Seguía con un ritmo continuo en todo momento y controlando también las pulsaciones que nunca excedían de 150, así que por lo menos en cuanto a las fuerzas iba bastante intacto dentro de lo que cabe o eso me parecía a mí.

En esta zona pillaría algo de bebida en otro avituallamiento que estaba situado en esta zona.

Iba en busca del paso de la Media Maratón, marcado con una pancarta y en el mismo iba a llevar un tiempo de 02h21:44, tiempo de paso lentísimo si se piensa que hacía un mes y una semana había realizado en la media de León una marca de algo más de 01h50:10.

En este tramo ascendente hasta la pancarta iba a intentar pillar un vaso de bebida isotónica cuando de repente un corredor extranjero va y me pilla dicho vaso, ante lo que el corredor ante dicha acción por su parte se dio cuenta que lo había hecho mal y me soltó un “Sorry”, pero lo que es cederme el vaso ni me lo cedió ni me ofreció bebida del mismo.

Anteriormente ya me había pillado un par de trozos de plátano y agua que me tomaría en este tramo del itinerario.

Seguí corriendo ahora por un tramo llano después del breve ascenso que tuve que hacer para pasar por debajo del punto intermedio de la carrera y después de un km la carrera torcía un par de veces y me iba a meter por una especie de parque.

Ya había pasado el ecuador de la carrera y mirando mi crono había visto que había hecho un tiempo aproximado de 02h22, así que todavía estaba a tiempo de poder hacer 04h30 ya que suponía que la segunda mitad de la carrera iba a mejorar el tiempo de la primera media.

Llegaría entonces el km 25 donde marcaría en la alfombrilla de control un tiempo de  2h48:26, así que tan solo ya me quedaban 17 km, algo más del paseo de Oviedo a Fuso la Reina, lugar de algunas tiradas de las mías.



- Km 25 al 30.   Parcial:          38:20      Ritmo: 7:40 / Km.
                          Total:        03h26:46     Ritmo: 6:54 / Km.

En este tramo ya empezaría a notar los primeros síntomas de cansancio, aunque todavía parecía que podía aguantar unos cuantos km más sin problemas.

Era raro que se me presentaran tan pronto ya que en las tiradas realizadas en Asturias me había encontrado bastante bien sin las sensaciones que estaba teniendo en esos momentos.

Decir que las sensaciones eran solamente a nivel físico de las piernas, estando el resto del cuerpo bastante bien para ir llevando ya 25 Km.

De todas formas ni estaba agobiado por esto que parecía que se me estaba presentando a nivel de cansancio y por otra parte seguía disfrutando (aunque parezca mentira) de la experiencia de estar corriendo mi primera maratón y ni los km que había corrido anteriormente se me habían hecho pesados en mi cabeza así como tampoco los que todavía restaban.

En todo este tramo iba a correr prácticamente por la zona de la Casa de Campo (km 26 al 30), tramo que habían dicho en el foro de la maratón de Madrid que era de una cierta dureza, así con estas expectativas de certificar dicha dureza, seguí corriendo por esta famosa zona de actividades deportivas de Madrid y viendo ya a algunos corredores que se empezaban a parar y a continuar caminando.

Recorrido por la Casa de Campo.


En este tramo ya fui consciente que no llegaría en el tiempo que me había marcado en casa de 04h30, pero no pasaba nada ya que lo importante era acabar y de eso estaba seguro.

Me pareció guapo el entorno de dicho lugar para hacer deporte y mientras corría intentaba fijarme también en las diferentes zonas verdes que tenían estos 4 km por los que corríamos en esta zona de Madrid.

Sobre el km 26 o km 27 tuve que parar a realizar otra parada técnica y la verdad era un poco rollo estar corriendo y tener que pararse. 
No es que me cortara mucho el ritmo las paradas técnicas  (ya que decir que llevaba ritmo es un poco exagerado), pero esto de pararse y volver a correr me parecía bastante incordio.

Aquí viendo que cada vez aparecían ante mí, en la parte final de este tramo corredores que caminaban y sus compañeros que los esperaban, me planteé el intentar acabar todo el recorrido corriendo, dado el cansancio a nivel muscular de piernas que me parecía ir viniendo poco a poco, aunque sentía que me iba a ser difícil cumplir esto que digo.

A pesar de todo esto que digo, la dureza de este tramo de 4 km por la Casa de Campo no me pareció tanta como decían en el foro, pero esto de la dureza muchas veces se vuelve más como interpretación de cada uno o según el estado de forma con el que se llegue al tramo en cuestión.

Llegaría a la salida de la Casa de Campo al panel del km 30 donde marcaría un tiempo de 3h26:46, así que ya quedaban poco más de 12 km para finalizar o lo que era lo mismo e iba pensando en esos momentos (menos de los 15 Km del paseo de Fuso…).


- Km 30 al 35.   Parcial:        39:34      Ritmo: 07:54 / Km.
                          Total:      4h:06:20      Ritmo: 07:03 / Km.

En carrera tenía muchas ganas de llegar a este parcial ya que por primera vez iba a superar los 31 km de mi mayor tirada en entrenamientos, así que era una motivación extra para llegar a este tramo de carrera.

Tras cruzar el panel del 30, me encontré con el avituallamiento que además de agua iba a tener bebida isotónica más la fruta con más contenido en magnesio y que contiene también mucho potasio, el plátano.

Yo corriendo a mi paso parecía el caballo de Atila, ya que todo lo que podía pillar, lo pillaba.

Tanto que cuando vi a una chica que me ofrecía un plátano a lo lejos me fui acercando progresivamente a ella y gritándole que si tenía media docena de ellos, ante lo cual la chica se sonrió.

Ya me veía más cansado al inicio de este tramo y después del avituallamiento había una buena cuesta con buena pendiente o así por lo menos me lo decían las piernas.

En dicha cuesta había algunos caminando y tomando el avituallamiento, pero el menda seguía igual en su empeño de no caminar e ingirió tranquilamente lo que había recogido metros atrás.

Aquí ya se volvía a correr por ciudad y me sorprendió en este tramo de los km 31 y 32 lo mal, mal que estaban asfaltadas algunas calles de Madrid.

¡Qué desastre de calles, por lo menos cuando llueve a cántaros!...

Me encontré o mejor dicho nos encontramos todos los corredores con unos charcos como pocas veces había visto.
Tan grande eran que de repente vi que los me precedían tenían que ir corriendo o andando (según las fuerzas que tenían) por las aceras, así que eso fue lo que hice, a montar en la acera y a empezar a moverme por la misma.

Y así fue como llegue al puente sobre el Río Manzanares y con guapas vistas del Estadio Vicente Calderón.

Tras cruzar dicho puente, la carrera torcía y nos obligaba a ir a los corredores en paralelo al Manzanares.

En estos momentos circulaba por el km 33 aprox y aunque por momentos no sabía en qué km exacto me encontraba, en ningún momento me agobié por los km que tendría que recorrer hasta entrar en el Parque del Retiro.

Lo que sí que ya me iba planteando era intentar bajar de las 05h, dado el cansancio que ya tenía en las piernas y que iba notando, pero este cansancio era solo en las piernas, porque a nivel de pulsaciones iba donde yo quería ir (por debajo de 155 en muchos tramos de esta parte del recorrido).

Poco antes del km 34 me encontré con la imagen de un corredor que me quedó grabada ya que dicho corredor se había detenido en la acera y con la cabeza apoyada en un muro se quejaba de dolores en las piernas. 
Dicho corredor estaba acompañado de otro que le preguntaba que por dónde tenía los dolores, ante lo que el primer corredor quejándose fuertemente le decía que le dolía todo el cuerpo.

Me dirigía hacia el Campo del Moro, zona aledaña de la Almudena y del Palacio Real y aquí, en el km 34, me encontré con un repecho, pero repecho de verdad como digo yo, el cual superé lentamente pero sin pararme a caminar.

Del km 34 al 35 me paré por primera vez (si no me equivoco) para empezar a caminar durante un tramo y más o menos fue como sigue…

El caso era que yo iba corriendo muy lentamente y llegué a la altura de un corredor que caminaba, así que yo seguí corriendo o más bien pegando saltos (diría yo) y cuando miro para un lado después de un par de minutos veo que el mismo sigue a mi altura caminando con movimientos de brazos a buen ritmo y yo no me había despegado ni un metro de él.
Como me notaba las piernas bastantes cargadas y como no iba a buen ritmo y era incapaz de alejarme de dicho corredor y para prevenir alguna rotura de fibras o similar decidí parar en vez de seguir avanzando pegando saltos como una rana y así, caminando, es como llegué al km 35 donde marcaría en este paso un tiempo de 4:06:20.

Tengo que decir que cuando paré de repente para ponerme a caminar, sentía las piernas por unos segundos como si fueran ortopédicas y estuvieran acopladas artificialmente a la zona de la cadera ya que empecé a caminar por unos momentos con algunos pinchazos en la zona de los abductores (por ejplo en la zona del Psoas Iliaco, Rectilineo, Tensor de la Fascia Lata entre otros…), así que se ve que este esta zona es un aspecto a mejorar y a reforzar (no la reforcé apenas nada con trabajo de pesas para esta carrera) y creo que quien me estuviera viendo en aquellos momentos al inicio de la caminata le pudiera dar la impresión que estaba viendo a un “robot” o a “un muerto viviente”. 
De todas formas, estos pinchazos me duraron pocos segundos y luego podía caminar más torpemente, pero caminar.

Llegaba entonces el panel del km 35 y tan solo quedaban ya 7 Km…
¡Está chupado ya…!, me decía.


- Km 35 al 40.    Parcial:        43:40      Ritmo: 08:44 / Km.
                           Total:     04h50:00      Ritmo: 07:15 / Km.

Este parcial kilométrico se convirtió en el peor parcial con diferencia de todos debido a las veces que paré a caminar.

Me quedaba ya solo 7 Km, lo que equivale a la vuelta de “la Senda de Fuso”, así que con esa idea me tomé estos últimos km.

Pues seguí caminando unos centenares de metros tras el km 35 y otra vez volvía a correr.

Tengo que reconocer que estaba mucho mejor corriendo que caminando, ya que cuando me paraba y empezaba a andar resulta que casi me congelaba.

Desde la Gran Vía (km 18), no había parado prácticamente de llover y en ocasiones de diluviar, así que ya llevaba un par de horas bajo la lluvia y todavía me iba a quedar otra hora de propina.

Iba avanzando poco a poco, corriendo a veces y caminando y andando otras como un “muerto viviente” (“muerto” únicamente por las piernas cargadas porque cansancio a nivel de respiración y pulsaciones no tenía) y así fueron pasando sucesivamente los km 36 y 37 hasta que salí a la altura de la Estación de Atocha.

Hacía ya un buen rato que mis previsiones de tiempo habían cambiado de nuevo ya que ahora pasaban por llegar dentro de las 05h15.


En cuando a la gente en la calle decir que había poca gente para ser Madrid y ser Domingo. 
Normal, considero con el día que hacía, así que en este sentido nada que objetar ya que el día que estábamos sufriendo todos, corredores y viandantes era no “de perros”, sino lo siguiente.

Después de pasar la zona de Atocha, se llegaba de nuevo a la zona del Museo del Prado, lugar de la salida de la carrera (km 38) y aunque había momentos que paraba a descansar las piernas caminando, enseguida me ponía a correr porque caminando iba medio temblando y corriendo por lo menos entraba rápidamente en calor.

Aquí ya íbamos desperdigados los corredores de esta parte final de la carrera, aunque si uno miraba para atrás, enseguida veía que le seguían, realizando la misma táctica de caminar y correr que uno venía haciendo hasta el momento y mirando para adelante también se veía a gente que en alguna decena o decenas de metros le iban precediendo también con idéntica táctica.

De nuevo pasé por Cibeles y llegaría de nuevo en ascenso hasta la Plaza de Colón (km 39) donde el itinerario de la carrera nos sacaba a los corredores de la dirección de la Castellana para obligarnos a torcer a la derecha para pillar la Calle Goya.


Ya estaba cerca el final de este tramo de 7 km de subida, tan temido por todos, así que cuando de nuevo torcí a la izda para pillar la Calle Velázquez ya parecía que alcanzaba a ver la zona del km 40, paso también cronometrado y en donde marqué un tiempo de 04h:50:00.

Se podría decir que este tramo no me pareció que tenía la dureza que todo el mundo afirmaba que tenía, pero la verdad y soy de la opinión que la dureza de dicho tramo viene dada por encontrarse estos últimos 7 km en la parte final de carrera, no por la pendiente que tiene el mismo que en condiciones normales se pasaría sin demasiados problemas.

¡Ahora a por los dos km finales! y ¡Vamos que ya estoy casi en meta…!.


- Km 40 a Meta.   Parcial:      17:51      Ritmo: 08:07 / Km.
                             Fin:      05h:07:51     Ritmo: 07:18 / Km. 

Ya faltaban un par de km y encima según había visto y leído, mucho más fáciles que los anteriores y encima tirando para abajo, así que ya era cosa de coser y cantar.

En este par de km finales creo que paré un par de veces a caminar ya que quería entrar en meta corriendo, así que poco más que contar en este tramo final de carrera.

El último km lo hice corriendo y los últimos 500 m o quizás algo más por el interior del Parque del Retiro.

No tuve problemas en llegar por debajo de 05h15 y aunque el último medio km se me hizo algo largo, seguramente debido a la lluvia, hay que decir que en ningún momento me agobié por ver la pancarta y el panel del tiempo a medida que me acercaba ya que de tema cardio llegaba bastante bien.

Al final cruzaría la meta en un tiempo oficial de 05h18:13 y neto o real de 05h07:51, así que al final lograba bajar de 05h15, aunque tengo que decir y reconocer sobre todo que el tiempo en mi primera maratón fue más que malo y bastante peor de lo que esperaba inicialmente desde casa antes de marchar a Madrid, pero como digo y como siento, no pasa nada ya que al final se trataba de acabarla lo más entero posible, aunque sí que es verdad que habría que dar puntualizaciones a esto de “acabar entero”, pero éstas más adelante en otro post.

Fotos entrando en meta...







7. Tras cruzar la meta.
Pues lo dicho, crucé la meta tras algo más de 5h de “tirada larga” y la lluvia que no cesaba. 
De hecho apenas había cesado durante las tres horas anteriores y encima con muchos tramos de auténtico diluvio y mucho frío, seguramente debido a la humedad aunque sí que es verdad que la temperatura era bastante baja, unos 12º C.

Tras cruzar la meta, lo primero que me encontré fue a los voluntarios dando las medallas, medalla conmemorativa por finalizar la maratón que personalmente me gustó muy mucho.




Tengo que decir que nada más pasar por la pancarta de llegada, me paré y me costó Dios y ayuda caminar esos primeros metros ya que las piernas no eran capaces a tenerse casi en pie por lo que en los primeros metros los pinchazos en la zona de los abductores volvían a reproducirse.

Lo malo ahora era que tenía que caminar unos 300 m por lo menos hasta llegar al guardarropa para pillar la ropa seca que había dejado horas atrás.

Mientras tanto la lluvia continuaba, el frío igual y el menda totalmente empapado de la lluvia y caminando y tiritando bastante según me acercaba al guardarropa.

Había ya poca gente en la zona de meta ya que la inmensa mayoría de corredores ya habían llegado y debíamos quedar pocos por llegar.

Llegué entonces al guardarropa donde había dejado la bolsa y pedí permiso para entrar bajo techo a cambiarme la ropa que llevaba.

Dicho permiso me fue aceptado sin problemas. 
De hecho cuando entré en la carpa del ejército que hacía de guardarropa pude observar a los voluntarios así como a algunos corredores que se estaban cambiando la indumentaria que habían empleado en la carrera.

Pues pillé la bolsa con la ropa seca y pude observar, una vez dentro, que las carpas que hacían de guardarropa estaban totalmente inundadas por el agua que en ocasiones caían de los huecos que había de separación entre las diferentes tiendas del ejército. 
En una de esas ocasiones, una buena tromba de agua le cayó al menda por lo que me hizo una gracia que nadie se puede imaginar.

Dentro de las carpas y aunque estaba a salvo de la lluvia, este menda tiritaba como no recordaba. 
Las manos ni las sentí y los dedos los movía con dificultad.

Me cambié de ropa como pude y la verdad me costó ya que debí estar unos diez minutos para ponerme una camiseta, una chaqueta de chándal y el chubasquero seco.

Observando el panorama, al resto de los corredores que estaban allí tampoco les iba mucho mejor, así que por lo que se ve, no era el único que tenía problemas de frío en aquellos momentos.

Una vez que me había cambiado de ropa ya me dispuse a abandonar las carpas y con la bolsa puesta encima de la cabeza para que me protegiera la cabeza de la lluvia.

Ahora tocaba otro tramo que se me iba hacer duro y eso que ya había acabado la maratón, la vuelta al hotel.



8. Vuelta al hotel o lo que es lo mismo, mi segunda maratón.
Pues tras cambiarme, salí de la carpa y caminando lentamente y medio cojeando si se puede decir, fui abandonando la zona de las diferentes carpas y observando que casi no había nadie por allí.

Me salí del recinto de llegada y me costaba bastante caminar con soltura ya que notaba cómo la zona más afectada por el esfuerzo por acabar la maratón era la zona de los abductores como he dicho anteriormente.

Intentando doblar las piernas me era casi imposible. 
Era capaz de levantar y doblar la piernas derecha (la más afectada) unos centímetros, no más.

Me paré en varias ocasiones a estirar y a doblar las piernas y al reanudar la marcha parecía que me sentía mejor.

Así, caminando lentamente, pude al fin salir del recinto del Parque del Retiro, intentando evitar el bajar en el tramo final previo del parque a la Plaza de la Puerta de Alcalá algunos peldaños que había.

Llegué a dicha plaza donde tuve que parar de nuevo a estirar suavemente.

De esta manera, poco a poco pude ir aproximándome y llegar al hotel sin más problemas que unas piernas muy cargadas.

Nada más entrar en la habitación del hotel, me vendrían las primeras palabras de ánimo por parte de la mujer…

¡Mucho tardaste!, ¿Por dónde te habías metido que todo el mundo está preocupado…? y cosas similares.

Expliqué un poco lo que había pasado y acto seguido me dispuse a estirar las piernas y meterme en la ducha, la cual agradecí como nunca.

Después de dicha ducha, me metería en la cama a dormitar alguna hora antes de salir a cenar ya que habíamos quedado con Raquel y Luis, los cuales habían hecho un tiempo fenomenal como eran 4h.

Antes de acabar este capítulo hay que decir que a medida que me acercaba al hotel, el cielo se abrió e iba a quedar una tarde con cielo azul, azul, aunque luego al cabo de unas horas volvería a nublarse para acabar lloviendo de nuevo.



9. Resto del Domingo.
Pues como tenía previsto, a las 19h30 salimos camino de la Cava Baja, calle donde teníamos previsto encontrarnos con Raquel y Luis, concretamente en el mismo bar de pinchos donde habíamos quedado el día anterior, “La Txakolina”.

Mientras llegaban, comimos un par de pinchos y tras reencontrarnos de nuevo y comer algo ellos también, pusimos rumbo a otro bar de la zona “El Lizarrán” para comer unas tapas y finalmente acabaríamos en un tercero que hacía esquina en la Cava Alta donde el menda tomaría otra tapa mientras los demás estaban con el café.

Tapeando en “El Lizarrán”.


Acto seguido ya pusimos todos rumbo a los hoteles respectivos a descansar después del día ajetreado que habíamos tenido los tres que habíamos corrido la maratón.



10. La vuelta.
El avión de regreso salía por la tarde, así que nos iba a dar tiempo de disfrutar unas horas de Madrid y poder comer por el centro y esto que digo fue lo que hicimos.

En nuestro caso, desayunamos en un bar de tapas que estaba situado al inicio de la Calle de la Montera partiendo desde la Gran Vía.

Tras dejar las maletas de Luis y Raquel en el hotel ya nos fuimos a dar una vuelta por el centro de Madrid para acabar comiendo en el típico Mercado de San Miguel.

Foto en el interior de dicho mercado.




Tras comer y tomar el café ya nos dirigimos a pillar de nuevo las maletas para coger el metro dirección al aeropuerto.

Sin más novedades a las 19h ya estaba saliendo el avión para acabar llegando a Ranón en torno a las 20h10 y tras pillar el coche del parking, ya estábamos todos sobre las 21h en Oviedo.



* Próximamente, la carrera más ampliada.


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